martes, 13 de febrero de 2007

Una banda racista acecha la ciudad

Había una vez una familia que quiso adoptar a un niño africano. Él se llamaba Sergio. Sergio y Ana, la niña de la familia, se llevaban muy bien. Ana le ayudaba con sus deberes y jugaba con él. Un día, cuando Sergio ya tenía 13 años, decidió salir con unos amigos. Estuvo esperándolos 2 o 3 horas donde habían quedado. Sus amigos nunca aparecieron. Después de estar todo el tiempo esperando, cuando ya oscureció aparecieron unos encapuchados con una camiseta con el signo Nazi y empezaron a pegarle. Al cabo de 10 minutos pararon de pegarle y le amenazaron diciéndole que como dijera algo le matarían. Sergio llegó a su casa lleno de moratones y heridas y su madre le pregunto:

- ¿Que te ha pasado?
- Nada, nada- respondió con inquietud.
La madre se fiaba de él y no quería insistir. Al día siguiente el padre le mandó un recado y Sergio fue. Ya era tarde cuando se encontró a los mismos del día anterior. Sergio empieza a correr con miedo. Cuando no puede más para a descansar pero los encapuchados le cogieron por la espalda y empezaron a insultarle y pegarle mas fuerte aún. Sergio se desmayó. Cuando sus padres salen preocupados a buscarlo lo encuentran en el suelo inconsciente. Lo llevaron rápido al hospital. Tuvieron que ingresarlo. Cuando Sergio despertó les contó lo sucedido y la policía salio en busca de la banda Nazi. Al cabo de los meses los detienen y van a la cárcel. Sergio ahora podía estar tranquilo.





Laura Romero García.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Laura t escribo este comenterio qiue este cuento para decirte que deberias mejorar un poco tu estilo de escribir cuentos violentos. Creeme, sinceramente no es tu estilo jiji.